domingo, 19 de junio de 2011

Tanzania: Kilimanjaro. Ruta Machame Día 1

  El último día de safari vamos a nuestro alojamiento en Mossi y tenemos que cambiar de agencia. Vamos con Zara Tours que es muy conocida, aunque a nosotros no nos ha convencido mucho creo que hay opciones mejores y no es que sea barata para el tipo de alojamiento (Hotel Springlands nada recomendable y los servicios que ofrece. Lo cierto es que la ruta fue bien, comida, tiendas, etc, pero la verdad es que insisto me pareció que había opciones mejores, aunque todo es pedir presupuestos y valorar. Os doy unas pocas que vimos por allí que parecían también interesantes:


http://www.leopard-tours.com/ Tenían muy buena pinta.
http://www.goodearthtours.com/ No estaban mal.
http://www.kiboguides.es/ Bastante buena pinta.
http://www.tusker.com/ Muy americanos, pero no tienen mala pinta.
http://www.brysonadventures.com/ Una pinta excelente, pero muy americanos.

  Tras levantarnos y desayunar nos reunimos con el guía y el resto de grupos que salen desde nuestro hotel con sus respectivos guías hacia la puerta Machame. Allí firmamos el libro de registro del parque nacional y los porteadores y guías empiezan su particular tarea. Se pesan todas las cargas, para que ningún porteador lleve más peso del permitido (25 Kg), además de para controlar, que a la bajada, que los vuelven a pesar, se llevan su basura. Cada equipo tiene que dejar los puntos de acampada y el entorno como se lo encuentra y la verdad es que se lo curran y para la cantidad de gente que pasa por aquí todo los años, esta bastante limpio y cuidado. Nosotros ni nos acercamos a los pesos de nuestros porteadores, ya que nuestras bolsas pesan 11Kg la de Eva y 13 la mía.


  Mientras terminamos de preparar nuestras mochilas de ataque y las camelback con el agua, llevamos aproximadamente 3 litros cada uno, que deben llevar el picnic del día, agua, ropa de lluvia, etc. Total 7 kilos Eva y 8 Kg yo, eso sí sin contar los palos, que una parte del trayecto van en el lateral de la mochila.


  Finalmente salimos a las 11:35 y sin nuestro guía que seguía discutiendo con su grupo el reparto de la carga, y nos pide que nos adelantemos. La verdad es que nos pasamos casi todo el camino solos, cosa que por un lado nos gustó, íbamos a nuestro rollo y por otra no, ya que se suponía que debía ir con nosotros. Arrancamos desde los 1490 metros de la Machame Gate y subimos a los 2980 metros Machame Camp para dormir. Son 12 KM y tienen previsto unas 4-6 h, que nosotros hicimos en 4 horas y media. La verdad es que los tiempos estimados son bastante realistas y bien calculados. Es algo durillo por el peso, nos pasamos de carga, pero bastante asequible. Eso sí, llueve una buena parte del camino, aunque no es una lluvia intensa.Hace calor por la latitud en la que estamos evidentemente, pero afortunadamente a estas alturas no hay mosquitos, bueno realmente hay poca fauna, unicamente pájaros, aunque es un paisaje de selva típico que recuerda a las películas de Tarzan, con sus enormes lianas incluidas.


  Al llegar al campamento hay una caseta del parque nacional donde nos dirigimos para firmar. Aquí vuelven a reunirse los grupos que estamos haciendo esta ruta, que éramos unas 15 personas, distribuidas en 6-7 grupos. Algunos grupos ya tienen su campamento montado cuando llega la gente, pero los nuestros no. Eso sí, nada más bajar de la caseta nos dieron agua caliente para lavarnos en unos barreños, y al poco nos prepararon unas palomitas que es el pincho que ponen en estas tierras antes de cenar, aunque se echa de menos una cerveza o una cocacola. Cenamos pronto y tras escribir unas líneas y leer un rato, nos fuimos a acostar sobre las 8:00 pm ya que se hace de noche pronto y hay que ahorrar pilas de las linternas que tienen que durar 6 días. Esto hizo que recuperáramos mucho del sueño atrasado con panzadas de hasta 10 o 11 horas de sueño reparador.


  Continuará...
 
  Besitos para ellas y abrazitos para ellos.

sábado, 11 de junio de 2011

Consumismo Iª parte. Obsolescencia programada - Comprar-Tirar-Comprar - Consumismo desmedido


Durante la crisis de 1929 y paralelamente al desarrollo de la sociedad industrial se empezó a gestar un nuevo concepto "obsolescencia programada" acuñado en primera instancia por Bernard London y que se gestó alrededor de una corriente de pensamiento que tomaba fuerza. Los productos de larga duración no son rentables para los negocios. No os habéis preguntado nunca, ¿por qué se puede o se podía comprar una impresora por menos valor de lo que costaba un cartucho de tinta para la misma?. ¿Cómo es posible?.

Nuestra sociedad de consumo se basa en la compra constante y sin medida de nuevos productos, ¿cuántas veces cambiamos de móvil o de PC?, o peor, ¿cuánto tiempo invertimos aprendiendo el manejo del nuevo equipo, instalando y configurándolo y cuanto usándolo a través de su vida útil?. Si se pudieran hacer estadísticas personales de esto, algunos y algunas os sorprenderíais inmensamente del poco provecho que se saca a algunas cosas. Para mantener este consumismo se han definido dos tendencias independientes la obsolescencia programada, en mi opinión la más terrible y reprochable ya que es el fabricante el que decide cuánto va a durar el producto y no te lo advierte normalmente, y por otro lado la obsolescencia por moda o tecnológica, en la que la publicidad y otros muchos bombardeos hacen que quieras tener el último modelo de coche, de ordenador, de lo que sea, por el efimero placer de poseer algo nuevo. En este caso nosotros como consumidores tenemos la última palabra y podemos decidir cambiar o no cambiar.

  La filosofía que constantemente nos encontramos en nuestra sociedad actual es que no merece la pena reparar, el famoso "te sale mejor comprar uno nuevo", junto con el ansia que nos han inculcado por tener lo último, lleva al consumo irresponsable y desenfrenado. El problema es que los recursos del planeta son limitados y la capacidad para almacenar basura es también muy limitada. Se está intentando mejorar la gestión de estos desechos y de hecho hay legislación al respecto como el reglamento de residuos electrónicos (http://www.mityc.es/industria/RAEE/legislacion/Documents/Rd20805.pdf) que obliga a los fabricantes a retirar y destruir adecuadamente un aparato, pero que quedó un poco coja como siempre por intereses económicos y en la práctica es muy difícil que te recojan nada y sobretodo sin incremento del coste. Este consumismo es motor de nuestra economía y mientras no cambiemos el modelo, será difícil dejar de acumular basura electrónica.

  Os animo a ver este video y replantearos porque no alargar la vida de vuestros equipos, aparatos, etc.



http://www.rtve.es/noticias/20110104/productos-consumo-duran-cada-vez-menos/392498.shtml

  Como siempre besitos para ellas y abracitos para ellos.

domingo, 5 de junio de 2011

Tanzania: La reserva del Ngorongoro - Garganta de Olduvai (2)

Nuestro guía durante el safari, previo a la ascensión del Kilimanjkaro se llamaba Jona, un tipo muy majo y gran conocedor de su tierra y sus costumbres y sobre todo de lo que buscamos los turistas. No es de los que intentan gastar tu tiempo en llevarte a tiendas de amigos o conocidos donde tiene acuerdos sobre lo que compres, de tal manera que tuvimos que pedirle que parara en un sitio, porque no habíamos podido comprar ni un recuerdo.  Siempre se preocupaba de buscar zonas de los animales que más interés tuviéramos por ver. Como el escurridizo leopardo. Durante el safari te pasas muchas horas en el coche buscando la foto y la observación de la vida salvaje, hay que gente que no está dispuesta a perderse la "foto" y llevan unas cámaras de kilómetro, en esto hay competición entre los japoneses y los americanos.

Desde que salimos de Arusha ya íbamos viendo infinidad de animales y disfrutando el paisaje, pero el  primer día de completo safari, ya dentro de la región de Ndutu, dormimos en un tented camp bastante básico, el Ndutu Wildlands Camp y aunque tenía su encanto no era lo que nos esperábamos. La gente se volcaba, pero los baños consistían en una bolsa que te llenaban de agua caliente cuando lo pedías y tuvimos que pedir que nos cambiaran al día siguiente. No penséis que es que somos muy snobs, que estamos muy curtidos en todo tipo de viajes, es que lo que pagamos no era esto. Es estupendo ir en plan mochilero, cuando lo que pagas es acorde a lo que recibes.  Eso sí la ubicación era privilegiada, al levantarnos oímos revuelo, salimos pero no vemos nada, al preguntar nos dicen que eran dos guepardos jóvenes que habían cruzado por medio del campamento, que por cierto más tarde fotografiamos. Después de un desayuno digno de la película Memorias de África, salimos nuevamente de safari. Pudimos ver Avutardas de Cori, Guepardos y un montón de animales más mientras nos dirigimos al lago Maseki donde además de unas vistas espectaculares pudimos ver entre otros Impalas y al tímido Dik-dik que es el antílope más pequeño del mundo, pesa solo entre 5 y 6 kilos.
  Al atardecer nos dirigimos al nuevo tented y esto sí era lo esperado, Olduvai Tented Camp nos gusto mucho, nos dimos la estupenda ducha caliente que no nos dimos el día anterior, después de volver de un precioso paseo a pie con un masai por la garganta de Olduvai. Hablaba perfectamente ingles y nos enseño muchas cosas, fue muy interesante y educativo. Cenamos con una pareja de ingleses que venían de haber subido el Kili y entramos nuevamente en la discusión de si era mejor hacer primero la ascensión y luego el safari, o al revés como finalmente nos había aconsejado la agencia. En mi opinión cualquiera de las dos opciones es buena y luego todo depende de cómo te vayan las cosas. En nuestro caso la lógica de la agencia (mejor aclimatarse antes de aterrizar y empezar a subir a 6000 metros) nos decanto por esta opción. A la mañana siguiente nos dirigimos al cráter del Ngorongoro.

  Al entrar en el Ngorongoro vemos la típica imagen de la Euphorbia candelabrum, que es endémica del valle del Rift. Nuestro principal objetivo es divisar y fotografiar al rinoceronte negro. Este día comimos dentro del coche para evitar el ataque de los milanos en la zona designada para el picnic a las orillas del lago Ngoitokitok donde puedes ver gran cantidad de aves e hipopótamos.  El Ngorongoro es un área de conservación muy visitada y controlada, donde no hay muchas zonas donde dejen parar y comer el picnic, por lo que los Milanos (o ladrones del aire) se lo saben de sobra y hay que andar con ojo de no llevar nada que les parezca comida.


El Ngorongoro es un cráter inmenso muy parecido a un zoo pero sin jaulas y los animales están completamente salvajes, aunque por la concentración y variedad de animales impresiona. Cuenta con un lago de aguas alcalinas, el Magadi, donde se posan infinidad de aves, y las paredes que rodean el enorme cráter están pobladas de una selva densa. Pudimos ver leones, cebras y ñus (que curiosamente estos no migran como el resto de sus especies respectivas ya que en el Ngorongoro tiene el agua y el alimento que necesitan), búfalos de los que hay una buena concentración, avestruces, guepardos, chacales, serval, hienas, facóqueros, ibis, hipopótamos (pocos para ver al hipo es mejor ir al rio Mara), cigüeñas, avutardas gris y de cori, alcefalo de coke, un águila nos regalo la caza y posterior comida de una presa, un Cercopiteco (mono de cara negra, huevos azul clarito y un pene rojo, como el que no quiere llamar la atención), eland del cabo, flamenco, grulla coronada, gallina de guinea, gacelas de Thomson y de Grant, elefante africano y un sin fin de animales.

  Salimos de la reserva del Ngorongoro y nos dirigimos a nuestro hotel el Bashay Rift Lodje en lo alto del valle, que parecía perdido de la mano de dios, pero resulto ser espectacular y con una piscina excelente con vistas al valle que fue el colmo después de un caluroso día.
  Continuará...