La Alberca, precioso pueblo salmantino a unos 300 km de Madrid, es una joya de las que le sorprende a uno gratamente. Situado en la sierra de Francia a unos 1000 metros de altitud tiene el clima idóneo para la crianza del cerdo ibérico muy prolijo por la zona, y el secado de los afamados embutidos ibéricos de bellota, que no puedes dejar de degustar. No es demasiado caro, aun siendo un pueblo muy turístico y sorprende la cantidad de puntos WIFI gratuitos para conectarse que hay.
Nos alojamos en la Abadía de los Templarios justo a la salida del pueblo. El hotel no está nada mal y bien situado. Tiene un SPA recomendable, especialmente porque es bastante abierto y acristalado con unas vistas muy bonitas. Dentro del complejo esta el pueblo ingles por lo que veréis muchas parejas practicando el idioma. Organizan gran cantidad de actividades de todo tipo. Si lo reservas con tiempo desde la web puedes encontrar ofertas para fin de semana con media pensión bastante interesantes. Disponen de parking para los clientes por lo que no necesitas dejar el coche al sol lo que es de agradecer.
La zona ofrece infinidad de posibilidades, pasear por Las Batuecas es altamente recomendable, subir a la Peña de Francia o visitar el Meandro del Melero, donde el rio Alagon, el afluente más largo del Tajo, toma una forma caprichosa. Para los amantes de la aventura existen multitud de empresas (la propia Abadia) que se dedican desde rutas a caballo, paseos en globo, etc.
Para aquellos que queráis hacer rutas por la zona os recomiendo ir al centro de visitantes ya que hay gran cantidad de ellas perfectamente identificadas y os darán toda la información necesaria, o no dudéis en poneros en contacto para que os la mande.
El pueblo es para patearlo, eso sí con cuidado de cruzarse con la moza de ánimas, un fantasma que al oscurecer sale tocando todas las esquinas y rezando por las almas de todos. Las calles empedradas y los soportales de la plaza te trasladan a otras épocas. Son de recalcar el actual ayuntamiento que fue la cárcel, cuyo cartel y rejas aun conserva en la planta baja, las antiguas escuelas que ahora son sendos restaurantes donde se puede comer aceptablemente por 15 € un menú turístico con platos típicos como las patatas meneas o una fuente de carne a la brasa de todo tipo por 22 €. Os recomiendo probar el restaurante la Fuente en una de las calles que sale de la plaza, pero especialmente en la misma calle Tablao o Tablado hay una pastelería, que todo es casero y su dueña una encantadora mujer que presumía de fotos con los grandes Arzak y Ferra que habían comido en su casa cuando tenía un restaurante. Las verdad es que todo lo que compramos estaba exquisito. No os la perdáis.
Bueno hasta la próxima, abracitos para ellos y besitos para ellas.
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