viernes, 12 de octubre de 2012

La Berrea en el Parque Nacional de Cabañeros


  Salimos el viernes a las 19:00 para dirigirnos al EcoLodge en medio del Parque Nacional de Cabañeros con la intención de hacer algunas actividades y oir la Berrea. Tardamos 2 horas con la correspondiente parada que ha reclamado Hugo, nuestro bebe de 2 meses. Lucia, la mayor (que duro suena para una niña de 3 años) aprovechó para devorar la tortilla que llevábamos para cenar. El lodge aparece de repente en la carretera y la entrada es muy corta y empinada. Era mi regalo de cumpleaños, por cierto, muchas gracias, me encanto. Estuvimos en una cabaña en lo alto (6 metros sobre el suelo) que a Lucia le encanto. Están muy bien preparadas y tienen todo lo necesario, excepto cuna, aunque a Hugo no le importó dormir en su cuco. El agua es de manantial sin tratamiento pero potable y muy rica de sabor. El cielo esta plagado de estrellas y el sonido de la Berrea ameniza la noche. El entorno es muy bonito rodeados de encinas envueltas en barbas, como llaman aquí a este tipo de líquenes. Es muy de agradecer que en la cabaña nos dejen varios planos e información del parque, restaurantes y actividades para realizar por la zona.


  Nos levantamos temprano ya que habíamos reservado una excursión a caballo con Aventuras Cabañeros a través de la gente del EcoLodge, aunque solo pudimos ir Lucia y yo, ya que Eva debía quedarse con Hugo. Nos encontramos en El Robledo, aunque las cuadras las tenían en una aldea cercana. Son un ganadero y su hijo los que llevan el negocio, lo que nos explico la abuela encantada mientras esperábamos unos minutos. La verdad es que en estos sitios todo es muy cercano, nada que ver con las ciudades. Hacía mucho tiempo que no montaba, y la verdad es que me apetecía mucho. Lucia no solo no parecía tener miedo, sino que iba encantada. Montaría con el guía, Darío un chico encantador, que me pregunto si Lucia hablaba tanto siempre. Montamos yo a Marina y Lucia con Darío a Vega, dos yeguas muy tranquilas, que habían sido domadas con doma vaquera, por lo que lo primero fue explicarnos un poco como funcionaba el cambio de marcha, y la dirección. Hicimos un paseo de una hora y media, en el que probamos de todo, paso, trote, galope, cruce de ríos (el Bullaque y el Alcobilla) y donde Lucia y yo mismo disfrutamos como enanos.

   Después nos dirigimos a Horcajo de los Montes, paramos en el parque infantil, para que Lucia jugara un rato y nos fuimos a comer a La Almazara de Cabañeros que es un local museo del aceite muy bonito y aunque la comida no fue la mejor, porque parece que era un negocio recién iniciado, el servicio fue encantador y las patatas con conejo estaban ricas. Desde aquí y con la tripa llena y un calor de justicia, realizamos la ruta del Chorro de hora y media de ida, que hicimos en unas 2 horas. Salimos desde el centro de Horcajo de los Montes, pero esto añade unos 3 kilómetros a la ruta por un camino que tampoco es que merezca mucho la pena, es recomendable llevar el coche hasta el aparcamiento que hay al comienzo de la ruta. Desafortunadamente la ruta no está bien señalizada y estaba en obras en su tramo final, a lo que se añadía la escasez de agua, aunque como dice Lucia en todas nuestras rutas "la aventura es la aventura" y lo importante fue disfrutar de un paseo en familia.
Después un guía del parque nos recomienda la ruta del Boquerón de 2 horas ida y vuelta, aunque no nos dio tiempo a hacerla. Al terminar la ruta paramos en casa de un apicultor que habíamos visto al subir, para comprar algo de miel. Es una persona muy afable y hablamos con él del proceso de recogida, y selección de los tipos de miel. Lucia le dice que quiere ver la colmena que tiene en el patio, y él le pregunta que sino le dan miedo las abejas, a lo que ella contesta "No, que yo soy muy valiente". La verdad es que fue increíble verla rodeada de abejas y sin inmutarse. No se aprecian en la foto, pero hay decenas de abejas a su alrededor.


  A la vuelta paramos en el mirador de las cigüeñas para admirar el atardecer en el parque, donde entendemos porque le llaman el Serengeti español. Se pueden observar algunos grupos de ciervos aunque bastante lejos y los prismáticos se hacen imprescindibles. Nos acercamos a la casa de visitantes "Casa Palillos" en la entrada del parque y podemos observarles más de cerca. Nos informamos de unas rutas en 4x4 dentro del parque que no salen tan temprano como pensábamos y no son tan largas, ya que habíamos desistido de hacerla saliendo a las 7 de la mañana y con 3 horas de duración. Mucho para una niña. Finalmente reservamos a las 10:00 con una hora y media de duración.

  Aquí podéis encontrar una completa información sobre el parque. http://www.aventurascabaneros.com/PDF/GUIA%20INFORMACION%20PARQUE%20NACIONAL%20CABANEROS.PDF
 
  El domingo nos levantamos y tras recoger un poco y desayunar, nos dirigimos a "Casa Palillos" que son unos 10 minutos. Tenemos suerte y al final montamos en un todoterreno nosotros solos, como se circula muy despacio, al final llevamos a Hugo en brazos. La ruta es bonita, aunque a estas horas los animales están más relajados descansando, pero podemos observar muchos grupos de ciervos, Águila Imperial, Azor, Buitres Negros y Leonados, y hasta una pareja de Corzos nos sorprende al regreso.

  Besitos a ellas y abracitos a ellos y hasta nuestra próxima aventura.

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