El viaje fue un poco duro porque entre que tuvimos algo de retraso y Lucia decidió tener una de sus rabietas que se suponen típicas de esta edad, pero la verdad es que es un viaje corto y cómodo. A este país famoso por su chocolate, sus relojes y sus navajas entre otras cosas, le debo varias entradas en el blog de hace ya casi dos años, con estupendas visitas a Lucerna, Zurich, Schaffhausen, Appenzell o Tilsiter. Pero en esta ocasión vamos a empezar por Berna capital del país y del cantón (Suiza se divide en unas 26 regiones o cantones, cada uno con su propia estructura administrativa). Es una pequeña ciudad, ya que la ciudad industrializada y financiera es Zurich. Fundada en 1191 pertenece al patrimonio de la humanidad por su casco antiguo del que cabe destacar el ayuntamiento, la Fuente de Moisés, la casa de Einstein, la Fuente del Ogro y la Torre del Reloj o Zytgloggeturm que tiene las típicas figuras que dan su espectáculo 4 minutos antes de cada hora y cuya construcción data de la propia fundación de la ciudad, la torre de la prisión y la fuente de Anna Seiler, el Bundesplatz o Plaza Federal y el Palacio Federal, sin olvidarse del paseo por la orilla del rio Aare que ofrece unas preciosas vistas.
El punto de información se encuentra a la entrada de la ciudad donde está la zona de aparcamiento y además de ser un paso obligado ya que ofrecen buena información y es donde está situado el reciento de los osos pardos símbolo de la ciudad. Por si esto fuera poco tiene un restaurante en el mismo edificio con unas vistas muy bonitas que es además fábrica de cerveza y donde se come muy bien y no es caro para ser Suiza.
Al pasear por sus calles y soportales verás los típicos Keller son los sótanos que se utilizaban para introducir el carbón para calentar las casas y que ahora se están reformando como locales.
Para más información puedes visitar http://www.myswitzerland.com/es/berna.html.Besitos para ellas y abracitos para ellos.
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