29-10-12 Contra viento y marea o mejor dicho en contra de las previsiones meteorológicas que nos garantizaba un fin de semana pasado por agua, nos dirigimos hacia Condemios de Arriba cerca de donde esta el hotel Refugio del Alto del Rey donde habíamos reservado un grupo de amigos con niños. El camino lo hicimos desde el sur de Madrid por la A-2 y pasado Guadalajara nos desviamos hacia Jadraque y Atienza, de hay solo nos quedaban unos 24 Km para llegar. El hotel está a unos 2 kilómetros del pueblo y tardamos unas 2 horas y 20 minutos en total.
Como faltaba gente tomamos una cerveza mientras esperábamos al resto del grupo y los monitores tomaban a los niños que llegaban para llevarlos al comedor. Lucia cenó increíblemente bien y creo que el resto también. Se los llevaron a ver una peli y entonces les tocaba el turno a los papas, que ya llevábamos alguna cerveza en el haber. Después de acostar a los enanos, seguimos las risas y las copas hasta las 2 de la mañana.
Nos levantamos temprano, muy a pesar nuestro y gracias a las llamadas de Lucia y de Hugo. Nos arreglamos y salimos a desayunar sobre las 9:00. El desayuno es un poco más libre, aunque los niños tienen una mesa y los adultos otra. Se había discutido la noche anterior si hacer una salida para subir el Ocejón que andaba cerca, pero la lluvia nos desanima y tras el segundo cafetito y que nuestro amigo "Forrest Gump" volviera de correr, nos fuimos a dar un paseo por el monte, siguiendo el arroyo que hay junto al hotel. Adelantamos a los enanos que habían salido un rato antes con sus chubasqueros y paraguas. Nosotros llegamos hasta la pista forestal que baja al pueblo y subimos. Antes de comer los enanos se dieron un chapuzón en la piscina climatizada. Ellos comen mientras nosotros charlamos entretenidos. Después de la comida, los niños tienen una peli y los papas café e infusiones y más cháchara. La tarde nos da una tregua con la lluvia que unos aprovechamos para dar otro paseo hasta el pueblo y vuelta, y otros se quedan en la piscina. A estos se les corta el relax cuando entra la tropa de enanos a su baño. Luego cena y un poco de cine. Los enanos están agotados y pasan por delante nuestra como sino nos conocieran, y aunque esto duele un poco, su cara refleja que están emocionados y pasándoselo genial. Algunos cuentan que han cruzado en liana el rio, hablado con las hadas y los duendes del bosque, recogido setas, etc.
El domingo se presenta más lluvioso, y los enanos se quedan haciendo talleres y bañándose en la piscina. Un reducido grupo nos decidimos a dar un paseo, y como el monte no deja de sorprenderme nunca, nos regaló unos Boletus pinicola de escandalo. Según nos dijeron en el refugio uno de ellos que encontraron Pilar y José era uno de los más grandes que se habían recogido en la zona. A la vuelta y emocionados por nuestras capturas pensamos en pedir que nos los hicieran en cocina, pero tenían preparadas unas raciones de setas, entre ellas las Barbudas de las que puedes encontrar gran cantidad de ejemplares alrededor del refugio y que tengo que decir que son muy suaves. Tras la comida y el café toca sacar maletas y prepararnos para la vuelta. Paco les regala a los enanos unos globos con formas para rematar y les enseña como usar unas hojas como tiritas.
Al día siguiente lunes cuando levantamos a Lucia para ir al cole me pregunta que como se llamaba el monitor y que porque no vamos hoy con él tambien. Por la noche preparamos uno de los boletus a la plancha con un poco de ajo y muy ricos, pero hoy Eva me ha regalado un risoto con boletus y jamón para chuparse los dedos,
siguiendo esta receta. Uhmmmmmm.
Besitos para ellas y abracitos para ellos. Hasta la próxima.
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